Envidia
La envidia es una constante en una sociedad obsesionada con los logros y con la validación exterior. Y hace sufrir enormemente a muchas personas, tanto a los propios envidiosos como a sus vĆctimas. Ā Pradójicamente, probeblemente sufran mĆ”s los primeros que los segundos, aunque los segundos reciban mĆ”s ataques y un daƱo mensurable, no esa comezón invisible que siente el envidioso. Puede ser explĆcita y transparente, o callada y recelosa, como suele ser la tónica en capillas literarias. En cualquier caso, la envidia es un sentimiento deĀ frustración insoportableĀ ante algĆŗn bien de otra persona, a la que el envisdioso desea daƱar porque es consciente de que esa cualidad, o se bien, que ansĆa no serĆ”n para Ć©l . Porque el Ā envidioso es un insatisfecho que, a menudo, ni siquiera Ā sabe que lo es. Por ello siente consciente o inconscientemente mucho rencor contra las personas que poseen algo ( Ć©xito literario, ventas, juventud y bellezaā¦) que Ć©l tambiĆ©n desea pero no puede o no quiere desarrollar.Ā AsĆ,Ā en vez de aceptar sus carencias o percatarse de sus deseos y facultades y darles curso, el envidioso odia y desearĆa destruir a toda persona que, como un espejo, le recuerda su privación, su frustración, su carencia.. La envidia no es sino laĀ rabia vengadoraĀ del impotenteĀ que, en vez de luchar por sus anhelos,por sus metas , por sus objetivos, lucha contra, contra quien ya las ha conseguido, yĀ Ā prefiere eliminar la competencia. Por eso la envidia es una defensa tĆpica de las personas mĆ”s dĆ©biles, acomplejadas o fracasadas. Yo no me permito sentirla, porque sĆ© que es una fuerza muy destructiva, que destruye sobre todo al envidioso, como un cĆ”ncer de frustración que le come por dentro.Ā